El
método de las 5S, así denominado
por la primera letra del nombre que en japonés designa cada una de sus cinco
etapas, es una técnica de gestión japonesa basada en cinco principios simples.
En
gestión de la producción, SMED es el acrónimo de Single-Minute Exchange of Die: cambio de herramienta en un solo dígito de
minutos. Este concepto introduce la idea de que en general cualquier cambio de
máquina o inicialización de proceso debería durar no más de 10 minutos, de ahí
la frase single minute. Se entiende por
cambio de herramientas el tiempo transcurrido desde la fabricación de la última
pieza válida de una serie hasta la obtención de la primera pieza correcta de la
serie siguiente; no únicamente el tiempo del cambio y ajustes físicos de la maquinaria.
Los
gráficos de control, basándose en técnicas estadísticas, permiten usar
criterios objetivos para distinguir variaciones de fondo de eventos de
importancia. Casi toda su potencia está en la capacidad de monitorizar el
centro del proceso y su variación alrededor del centro. Recopilando datos de
mediciones en diferentes sitios en el proceso, se pueden detectar y corregir
variaciones en el proceso que puedan afectar a la calidad del producto o
servicio final, reduciendo desechos y evitando que los problemas lleguen al
cliente final. Con su énfasis en la detección precoz y prevención de problemas,
SPC tiene una clara ventaja frente a los métodos de calidad como inspección,
que aplican recursos para detectar y corregir problemas al final del producto o
servicio, cuando ya es demasiado tarde.
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