viernes, 29 de marzo de 2013

Confianza e integridad. Una persona de confianza



Mientras que la responsabilidad por nuestras acciones es una virtud muy general, ser una persona merecedora de la confianza de los demás es una virtud muy específica. Un profesional de confianza:
  •      Es  honesto: no engaña, no hace trampa y no roba.
  •        Es confiable, hace lo que dice y dice lo que hace.
  •            Tiene el coraje para hacer lo correcto.
  •              Construye una buena reputación.
  •            Es leal con su familia, colegas, amigos, país.
  •             Es competente: tiene los conocimientos y habilidades necesarias para entregar óptimos resultados.

Por ejemplo, como ingeniero se espera que seas honesto en todas tus diligencias con clientes, colegas y el público; que no digas medias verdades o engañes a clientes y otras personas. Segundo, se espera que cumplas tus promesas. Por ejemplo, si ofreces hacer algo o encontrar información a alguien, estás haciendo una promesa, y como profesional, es esencial que la cumplas. Si no puedes hacerlo, entonces necesitarás encontrar una forma de evitar  hacerlo sin desacreditar a la profesión o a ti. Tercero, no debes revelar información confidencial. Debes honrar consistentemente tus compromisos. Finalmente se espera que domines tu área de especialidad.

Ser una persona de confianza es un rasgo de carácter que se considera una virtud en el lenguaje de la ética. Las virtudes son hábitos que se ven moralmente como buenos porque predisponen a uno a hacer lo correcto.

Quizás no es tan aventurado decir que ser un profesional significa ser digno de confianza.

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