La nobleza de Cicerón

"Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad."

Cicerón

Uno de los libros que más han influido en mi vida es “Un sitio en la Cumbre” del Dr. Félix Cortés. Para mí ha sido y será unos de mis autores predilectos. Y sus mensajes y enseñanzas serán siempre un aliciente para la vida. Como un manantial de agua viva.

En estos días de reflexión les comparto uno de los pasajes de este libro,  mi favorito. Espero que sea de tu agrado:

Un día, Cicerón estaba parado en una esquina de la ciudad de Roma. Un patricio que pasaba hiriendo el aire con su ostentosa suficiencia, le dijo:

“¿Cómo te atreves a manejar los asuntos de Roma, si eres un plebeyo?”

“Reconozco que soy un plebeyo-dijo Cicerón- pero la nobleza de mi familia comienza conmigo. En cambio, la nobleza de tu familia terminará contigo”.

Busca la nobleza de Cicerón. Busca esa nobleza en la sabiduría, en la prudencia, en la discreción, en la integridad y en la humildad. Cicerón la encontró en los libros. Búscala allí también. Desarrolla tu inteligencia y tu carácter  por el contacto con los grandes autores de todos los tiempos.

Pero recuerda que la sabiduría no abre sus portales a quienes no quieren pagar el precio de entrada. Sus joyas son demasiado preciosas para exponerlas ante los perezosos sin hambre de sabiduría. No eches sus perlas delante de los necios.

Si naciste en un hogar noble, no por la nobleza  del linaje, sino por la nobleza de la honradez, de la dignidad y de la integridad, procura acrecentar la nobleza de tu familia. Añade lustre al buen nombre de tu familia y procura el orgullo de tu padre anciano y de tu madre anciana, o de honrar su memoria si ya descansan en el silencio.

Si naciste pobre y oscuro y, todavía peor, si naciste en un hogar deshonrado, ¡funda tú una familia noble! ¡Que la nobleza de tu familia comience contigo!¡Procura ser el progenitor de un linaje de hijos honrados, decentes, sabios y útiles! ¡Que tus hijos lleven con orgullo tu apellido y que todos los que te conozcan respeten tu memoria cuando te vayas al silencio!...

¡Gracias Dr. Félix Cortés!