En el actual contexto de cambios en la sociedad digital, los términos “Inmigrantes digitales” y “Nativos digitales” demandan su urgente atención, comprensión y valoración desde una perspectiva docente.
La caída del muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991 marcó el final de la Guerra Fría. El escenario geopolítico se reconfiguró, la presencia de nuevos mercados exacerbo la competencia económica entre los países y entre las corporaciones. El desarrollo acelerado de la tecnología como ventaja competitiva en la captación de nuevos mercados impacto como nunca en el ámbito legal, económico, político, educativo, cultural, ambiental y demográfico de los países y las organizaciones, delineándose un nuevo entorno mundial.
En el nuevo contexto mundial las prácticas que anteriormente dieron buenos resultados en la etapa de los mercados decrecientes y estancados, particularmente en el ámbito de la educación, ahora ya no respondían a las nuevas necesidades de un entorno altamente tecnificado. La tecnología, la información y la comunicación tomaron otra dimensión. El cambio como una constante y la incertidumbre como algo permanente llegaron para quedarse en un ambiente de alta turbulencia.
Los esquemas mentales, la forma de entender el mundo, la forma de leerlo, la forma de interpretarlo y la manera de relacionarse con él, de las personas de la época de la tecnología análoga a la digital también cambió. En el actual contexto de cambios de la sociedad digital, los términos “Inmigrantes digitales” y “Nativos digitales” demandan su urgente atención, comprensión y valoración desde una perspectiva docente.
“Nativos digitales” es el término que describe a los estudiantes, menores de 30 años, que han crecido con la tecnología y, por lo tanto, tienen una habilidad innata en el lenguaje y en el entorno digital. Las herramientas tecnológicas ocupan un lugar central en sus vidas y dependen de ellas para todo tipo de cuestiones cotidianas como estudiar, relacionarse, comprar, informarse o divertirse.
“Inmigrantes digitales” son aquellos que se han adaptado a la tecnología con cierta dificultad. Estos inmigrantes son fruto de un proceso de migración digital que supone un acercamiento hacia un entorno altamente tecnificado, creado por las TIC. Se trata de personas entre 35 y 55 años que no son nativos digitales y han tenido que adaptarse a una sociedad cada vez más tecnificada.
Los Inmigrantes digitales, actuales docentes formados en la enseñanza “analógica” tradicional, con un aprendizaje lineal, memorístico y centrado en el docente, extranjero en un contexto digital, que no logra comprender el proceder aparentemente caótico del Nativo digital y su preferencia a la multitarea que a lo dedicado, a las imágenes sobre el texto, predispuestos a utilizar la tecnología en el estudio y el aprendizaje por encima de lo que el centro escolar le puede ofrecer, proclive a gestionar y compartir su propio conocimiento.
El sistema educativo actual de diseño análogo no capitaliza las fortalezas de los estudiantes de hoy. En este nuevo escenario es indispensable repensar lo establecido, repensar el rol docente, definir qué es el salón de clase y la metodología de enseñanza. Esta reflexión deberá ser proclive a definir los nuevos roles, coadyuvando para generar, mejorar y estimular permanentemente el aprendizaje activo, creando un entorno de aprendizaje que promueva y maximice las capacidades intelectuales del educando.
Es imperativo un cambio de actitud en el Inmigrante digital hacia una renovación sustantiva de lo que enseña y de las metodologías didácticas que emplea, potenciando el uso educativo de la tecnología digital en las aulas como el caso de la web 2.0 y 3.0 sobre la pizarra análoga.
El reto del cambio es de todos, tanto de los directivos, administrativos, del docente, la familia, los diferentes agentes sociales y expertos. Es una misión compartida hacia un destino común. De lo contrario, al no concretarse el cambio, el Nativo digital tendrá que adaptar sus capacidades a un entorno análogo en detrimento de su interés, de sus capacidades, de su felicidad y su formación, y estará bellamente preparado para un mundo que ya no existe.