miércoles, 6 de julio de 2011

La privatización de la Educación en México

El enfoque empresarial de los “reformadores” califica de fracaso el actual sistema

Las llamadas escuelas charter son presentadas por Bloomberg como la salvación.

David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 31 de diciembre de 2010, p. 2

Nueva York, 30 de diciembre. El sistema de educación pública más grande de Estados Unidos es ahora manejado como un negocio encabezado por ejecutivos empresariales, cuyas reformas son promovidas por algunos de los hombres más ricos del planeta, incluyendo especuladores financieros, quienes han convertido este sector en un “mercado de educación” en que los maestros son empleados que sirven a “clientes”.

Todo siempre en nombre de los niños, pero en efecto, con el modelo empresarial. En sus discursos, el secretario saliente de Educación de Nueva York, Joel Klein, reiteraba que “el ingrediente secreto del éxito de Estados Unidos es el espíritu empresarial”, y que ese era el objetivo de la educación. Por tanto, no fue sorpresa que al concluir este mes sus ocho años en el puesto, Klein anunció que su nuevo empleo será como vicepresidente para mercadeo educativo de News Corp, la trasnacional de medios dirigida por el ultraconservador Rupert Murdoch, y que su tarea ahora es mejorar la posición de esa empresa en el “mercado de la educación”.

Al anunciar la transición de su jefe de educación en noviembre, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, elogió a Klein por ayudar a los más de un millón de estudiantes neoyorkinos, a los que llamó “clientes”, a tener “éxito” en el siglo XXI. Ahí mismo anunció que nombraría a “una administradora de clase mundial” para sustituirlo, Cathleen Black, ejecutiva en jefe de Hearst Magazines –la gigantesca empresa de revistas comerciales– y también integrante de la junta de directores de Coca-Cola.

Subrayó que para encabezar el Departamento de Educación de la ciudad no se necesitaba a una pedagoga –ya que Black tiene nula experiencia en asuntos educativos (al igual que Klein, quien llegó después de ser un abogado en Wall Street y fiscal federal)–, sino una ejecutiva que pueda manejar esa enorme burocracia.

Este enfoque empresarial para promover la reforma del sistema de educación en esta ciudad forma parte de un debate nacional en el que los “reformadores” en el poder han declarado que el sistema de educación pública es un fracaso, que los cada vez más escasos recursos no son el problema, sino el hecho de que los resultados sean deplorables, porque hay tantos maestros “malos” protegidos por sindicatos demasiado poderosos, que se tienen que crear alternativas, sobre todo escuelas semiprivadas, para ofrecer mejores opciones a las familias.

Klein y una decena de otros secretarios de educación municipal reiteraron esta visión en octubre pasado en un artículo de opinión colectivo en el Washington Post, donde afirmaron que “los cambios transformativos requeridos para verdaderamente preparar a nuestros jóvenes ante la economía global del siglo XXI simplemente no se realizarán si no nos deshacemos primero de prácticas enraizadas que han estancado a nuestro sistema educativo, prácticas que han favorecido a los adultos, no a los niños”. Afirmaron que más que cualquier otro factor, el principal freno al éxito de los estudiantes “es la calidad de sus maestros”, y proponen aplicar normas empresariales que ante todo evalúen la eficacia de los profesores.

Bloomberg, el hombre más rico de Nueva York, colocó la reforma de la educación como tarea central de su gobierno, la cual ha sido elogiada por sus resultados, tanto por el ex presidente George W. Bush; el ahora mandatario, Barack Obama, y su secretario de Educación federal Arne Duncan. Ante el anuncio del retiro de Klein, Duncan expresó que “pocos líderes han hecho tanto para hacer avanzar la educación en esta última década como el secretario de Educación: Joel Klein”. Durante ocho años, el alcalde y Klein, junto con sus simpatizantes en Washington han elogiado sin césar el éxito de sus reformas y presentado a Nueva York como el modelo a seguir por la nación y por otros países.

Pero algo curioso sucedió en el camino al “éxito”, después de años de festinar grandes mejorías en las calificaciones en los exámenes, todo fue puesto en duda en junio, cuando el Departamento de Educación de Nueva York, que administra los exámenes estandarizados, fue obligado a admitir que dichas pruebas tenían fallas, lo cual implicaba que las calificaciones reportadas y celebradas por Klein y Bloomberg resultaban infladas, o sea, los avances que supuestamente registraban los alumnos de la ciudad por la reforma, de 2002 hasta la fecha, eran casi inexistentes. Ningún alto funcionario, incluyendo el alcalde, ha rendido cuentas sobre lo que en efecto fue un engaño a los alumnos, maestros y padres sobre las mejoras en la educación, proclamadas tanto en esta ciudad como a escala nacional.

Todo empezó en 2002, cuando los “reformadores” tomaron la ofensiva al declarar que era intolerable el fracaso del sistema e implementaron una serie de medidas, cuyo objetivo era mejorar el desempeño escolar con base en exámenes estandarizados, por los cuales serían evaluados alumnos, maestros y directores. Toda oposición fue descalificada y acusada de proteger los privilegios de los maestros. En efecto, la punta de lanza fue el linchamiento contra los maestros y su sindicato. “Este es un sistema que funciona para los adultos y no para los niños”, declaraban Klein y su jefe Bloomberg, en alusión directa a los docentes y sus conquistas sindi- cales. Klein, en un articulo publicado en el New York Daily News, en febrero, insistió en que los opositores a contar con “más opciones” para los estudiantes y sus familias, eran “líderes sindicales” que buscaban “mantener el control”.

“Estamos viviendo los tiempos más oscuros para los maestros que jamás he visto en mi vida”, comentó Bill Ayers, veterano profesor de primaria y uno de los teóricos educativos más reconocidos. Ayers señaló que los políticos y las juntas editoriales de los principales medios se han unido en un coro que acusa a los docentes de “incompetentes” y “flojos”, así como a sus sindicatos por el desastre educativo, y así han logrado acotar el debate como uno entre “reformadores” frente a los que defienden el statu quo.

“En los pasados cinco años el ataque contra la educación pública se ha intensificado a un grado impensable hace 30 años”, aunque señala que esto forma parte de una embestida iniciada en 1980 contra toda idea acerca de lo público, incluyendo las escuelas, comentó Ayers en entrevista reciente con Truthout.org
Cathleen Black, ejecutiva en jefe de Hearst Magazines, quien será la nueva secretaría de Educación de la ciudad de Nueva YorkFoto Ap
De hecho, 50 por ciento de los maestros que ingresan a la enseñanza en Estados Unidos desertan antes de cinco años, en gran parte por las condiciones laborales, pero también por desilusión y por un clima cada vez más hostil, mientras trabajan con cada vez menos recursos. Decenas de conversaciones de La Jornada con maestros de Nueva York hacen explícita la ira y el desencanto. Muchos veteranos viven contando los días que les faltan para jubilarse, mientras cantidad de nuevos maestros ya buscan la forma de salirse del “sistema”.

En Nueva York, Klein y sus “reformadores” promovieron la capacitación rápida de nuevos maestros y directores, quienes fueron colocados en cientos de nuevas escuelas pequeñas; toda una generación magisterial que con poca experiencia, obediente y capacitada en las nuevas normas, impulsa el flamante modelo mientras desplaza a los maestros con mayor antigüedad, vistos como enemigos si no se sumaban, sin protesta, a la “reforma”.

Pero la joya de la corona de estos cambios fue la promoción, tanto en esta ciudad como en el resto del país, de las llamadas escuelas charter, que son planteles públicos administrados por grupos privados. Existen casi 100 en la ciudad de Nueva York (el alcalde desea duplicar esta cifra), y más de 4 mil 600 en todo el país. Estas son presentadas por Obama, Bloomberg y otros, como clave para la salvación de la educación pública.

Pero como señala Diane Ravitch, una de las figuras nacionales más influyentes en el debate sobre el tema, profesora en la Universidad de Nueva York y ex subsecretaria de Educación del gobierno federal, las charter son “una fuerza de privatización” de la educación pública.

Este tipo de planteles, financiados por el erario, no tienen que funcionar con las mismas normas de otras escuelas públicas, suelen seleccionar a sus alumnos (en lugar de aceptar a todos), lo cual les permite ofrecer mejores resultados, sus maestros pueden no estar sindicalizados, por tanto, carecen de derechos laborales y pueden aceptar inversiones privadas, lo que permite que establezcan otra reglamentación, alguna en beneficio de proveedores de servicios y equipo, e incluso operan como empresas con fines de lucro. Parte de sus directores ganan más que el presidente de Estados Unidos.

Las escuelas charter son impulsadas por distintas organizaciones, pero sus principales promotores son algunos de los individuos más poderosos del país. El secretario de Educación de Estados Unidos, Arne Duncan, en su programa nacional de reforma, Race to the Top (Carrera hacia la cima), impone a entidades que desean competir por miles de millones en fondos federales a la educación, la condición de tener más escuelas charter, así como aplicar más exámenes estandarizados.

Bill Gates –el hombre más rico del país, y segundo más acaudalado del planeta– también promueve este tipo de “reforma” por conducto de su fundación. Pero el grupo más activo en promover las escuelas charter –incluso financiando campañas electorales de políticos que pongan el asunto como prioridad en sus propuestas– son administradores de los fondos de especulación financiera conocidos como hedge funds. Los 25 ejecutivos más exitosos de estos fondos tuvieron ingresos de 25 mil millones en 2009, en plena crisis, un total que podría financiar el salario de 658 mil nuevos maestros, calcula el economista Les Leopold.

La película Esperando a Superman, dirigida por Davis Guggenheim, el mismo que hizo la famosa película de Al Gore, Una verdad incómoda, sobre el cambio climático galardonada con el Óscar, es tal vez la cinta de propaganda más potente de este movimiento “reformista”, con un elogio a las escuelas charter y la condena a las escuelas “tradicionales”. Sin embargo, la película oculta algunas “verdades inconvenientes” en su argumento en favor de este tipo de planteles semiprivados. Según una amplia investigación realizada por expertos de la Universidad de Stanford, sólo 17 por ciento de las charter eran mejores que las escuelas públicas tradicionales, según se desprende de los resultados en los exámenes estandarizados; 37 por ciento eran peores en comparación, y 46 por ciento eran prácticamente iguales.

Sin embargo, como señala Ravitch, la poderosa maquinaria de propaganda en favor de las charter como centro de las iniciativas de reforma, incluyendo esta película, las presentan como la “una única esperanza para el futuro de nuestra sociedad, especialmente para niños negros y latinos pobres…”

Parte de este guión de los “reformadores”, agrega Ravitch, es que por fin hay a quién culpar por el deterioro de la economía, los problemas de competitividad global, el debilitamiento del poderío estadunidense y el hecho de que los jóvenes no están estudiando al mismo nivel que sus contrapartes en otros países: no es la globalización o las prácticas financieras o la pobreza y la desigualdad, sino “las escuelas públicas, sus maestros, y sus sindicatos”.

Para Ravitch, el enorme poder financiero y político de los promotores de estas reformas –desde Wall Street a Washington–, “presentan un serio desafío a la viabilidad y futuro de la educación pública”.

La profesora argumenta que el gran debate en torno a la enseñanza ahora es entre aquellos que “creen que la educación pública no es sólo un derecho fundamental, sino también un servicio público vital… y aquellos que creen que el sector privado siempre es superior al sector público”. Dice que estos segundos ofrecen opciones de “libre mercado” y privatización, pero que “todas sus respuestas requieren de un traslado de fondos públicos al sector privado.

El crack del mercado de valores de 2008 debe ser suficiente para recordarnos que los administradores del sector privado no tienen un monopolio sobre el éxito”, escribió en el New York Review of Books

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Las famosas escuelas "charter", que no son más que planteles públicos administrados por grupos privados.


QUIJOTERÍAS
Carlos Ernesto Acevedo
Aperitivo: fíjense amigos quijoteriadictos fijados, que es en el inicio de los 80's cuando en México se incubó el huevo de la serpiente neoliberal, un modelo económico-político, y ahora también educativo, que no se ha cansado de reiterar su absoluto desprecio, rechazo y descalificación acerca de todo lo que huela a público...
De botana: acerca de todo aquello que el gobierno promueve como una forma de regular la avidez de los inversionistas privados que buscan el enriquecimiento injustificado a costa de la pobreza y marginación de millones de mexicanos con menores posibilidades económicas.
Entremés: dentro de esta estrategia de descalificación se ha incluido todo el sistema de educación pública, con fuertes críticas a la escuela pública, al magisterio y a sus organizaciones sindicales, su función social, su convicción humanista, su propósito transformador, su posición crítica y analítica respecto a los distintos actores y escenarios de nuestro sistema político y de las decisiones del gobierno mismo.
Entre semana: un ejemplo de esta política neoliberal aplicada al sector educativo es la creación en Estados Unidos y en otros países desarrollados del llamado "primer mundo", de las famosas escuelas "charter", que no son más que planteles públicos administrados por grupos privados.
Desempance: este tipo de escuelas son financiadas por el erario público, no tienen que funcionar con las mismas normas de otras escuelas públicas, se les da la oportunidad de seleccionar a sus propios alumnos bajo un método antidemocrático, porque excluye a la mayoría con el argumento de ofrecer mejores resultados en la formación de grupos sociales "elite"...
Un vejigazo: dichas escuelas son atendidas por maestros que no pueden estar sindicalizados y que carecen de derechos laborales. Este tipo de escuelas pueden aceptar inversiones privadas, lo que permite que establezcan otra reglamentación, algunas en beneficio de proveedores de servicios y equipos...
Una campechana: es decir, funcionan como empresas con fines de lucro, en donde se trata a los alumnos y padres de familia como clientes y a los directivos como gerentes, con salarios que superan por mucho las percepciones del resto de maestros y directores de las escuelas públicas tradicionales.
Un hidalgo: las escuelas "charter", así como la reforma de la educación pública, son fuertes promotores de los exámenes estandarizados (como sucede en México con las pruebas "Enlace" y los exámenes del Ceneval), promueven la capacitación "fast track" de nuevos maestros y directivos sin formación pedagógica y con poca o nula experiencia en las aulas...
La del estribo: favorecen la contratación por perfil y exámenes de oposición, promueven la constitución de una nueva generación magisterial no sindicalizada, que busca desplazar a los maestros con mayor antigüedad, a quienes consideran como enemigos de la reforma y de las políticas de calidad y competitividad que hoy se buscan en estas nuevas empresas educativas.
La caminera: este nuevo tipo de políticas son muy parecidas a las reformas educativas iniciadas en el modelo educativo mexicano, impulsadas en los últimos diez años de gobiernos panistas, impulsores de la Reforma de la Educación Básica, de la Reforma Integral de la Educación Media Superior, del modelo de educación por competencias y fundamentalmente de la "Alianza por la Calidad Educativa"...
La penúltima: la única diferencia, tal vez, es que en los países del primer mundo les llaman escuelas "charter" y en México les llamamos "escuelas de calidad", que han sido presentadas como la clave para la salvación de la educación pública, a quienes los impulsores han impuesto a países que desean competir por miles de millones de fondos federales para la educación...
La última y nos vamos: la condición para recibir dichos apoyos, es crear más "escuelas de calidad" y aplicar más exámenes estandarizados. Este falso dilema de la educación impartida en dichas escuelas, que han tratado de promover como la panacea, está dejando al descubierto su enorme falacia.
Otra una: investigaciones de la Universidad de Stanford, indican que sólo el 17% de las "charter" son mejores que las escuelas tradicionales, 37% son peores y 46% son prácticamente iguales.
Otra más: ello representa un serio desafío a la viabilidad y al futuro de la educación pública, porque no sólo limita el derecho a la educación pública como una garantía constitucional, sino que también pone en riesgo nuestra autonomía de lo público, nuestra formación nacionalista, el sindicalismo, nuestro derecho a la laicidad y nuestra convicción democrática.
De la casa: se trata, pues, de una traición a la Constitución, a la lucha reivindicatoria de la educación pública en México y al interés popular, por lo que es indispensable defender nuestro derecho a lo público en la formación de nuestros hijos, como la mejor alternativa de seguir coadyuvando a la construcción de un conocimiento y una educación más solidaria, democrática, cooperativa, popular y nacionalista de nuestras nuevas generaciones. Podéis ir en paz, este rollo ha terminado.



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“El COBAEP y su inserción en la Educación Charter en Puebla; origen y futuro”

La expresión colectiva del pasado 29 de junio de académicos, administrativos y estudiantes del Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla, impulsa una reflexión: El Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla(COBAEP) se encuentra en medio de un modelo de educación pública actual tendiente a la privatización (Educación Charter) presentando ciertosdesafíos estructurales y coyunturales que pondrán en trance su vigencia, por lo que es necesario revisar el origen y el futuro social de ambos; COBAEP y el modelo de inserción Educación Charter.

El origen.

El Colegio de Bachilleres surge en 1973 por voluntad del entonces Presidente de la República; Luis Echeveverría Álvarez, como consecuencia de los movimientos estudiantiles universales que impactaron nuestro país en 1968 y el 10 de junio de 1971. El argumento oficial fue; incrementar la oferta de educación gratuita y laica a los jóvenes mexicanos, el trasfondo político-social; tener un mayor control sobre la masa estudiantil para evitar la reproducción de los hechos violentos  mencionados.
Por su parte, la Educación Charter, tiene su origen en un sistema propuesto por Albert Shanker (1988) miembro de la Federación Norteamericana de Maestros, que imitó y adaptó el modelo que conoció en Colonia, Alemania, consistente en un boceto educativo que contemplara la amalgama exitosa de la educación pública y privada.

Pero al espolear con más fuerza la era de la globalización y el neoliberalismo, la Educación Charter adquiere otras características a modo, catapultada por Michael Bloomberg, alcalde neoyorquino y prominente empresario, quien tipificó a la Educación Charter bajo los siguientes distingos; la educación es un mercado, el estudiante es un cliente, las escuelas deben ser conducidas por publicistas no por académicos, basar el éxito educativo en el espíritu empresarial privatizando la educación, crear una nueva generación de docentes y administrativos jóvenes con baja remuneración y subordinación comprobada, así como abolir el sindicalismo que ha prohijado libertinaje e inmovilismo.

Este movimiento “reformista” en Estados Unidos ha tenido el apoyo de personajes, aparte del propio alcalde Bloomberg, de Bill Gates y su Fundación, así como el cineastaDavid Guggnheim, autor de “Una verdad incómoda”, que en defensa del planeta promovió Al Gore, el primero de ellos ya está preparando un magno documental para “convencer” al mundo sobre las bondades de esta educación con espíritu empresarial hoy llamada; Educación Charter. Por cierto, investigadores de la Universidad de Standford cuestionan los resultados de dicho modelo.

El futuro.

El COBAEP ha cumplido con su objetivo de educar en nuestro estado, eso es indudable, pero la clase política local lo ha convertido en un instrumento de presión política y en un refugio de creación de empleo para amigos, compadres y paisanos, sin ningún mérito profesional, ni menos académico, eso también es indudable; esto es un problema estructural.

Los auténticos académicos y trabajadores del COBAEP, porque los tiene, simplemente defienden sus derechos consagrados en la Ley Federal del Trabajo. Resta por ver si aceptan su inclusión bajo el modelo y premisas de la Educación Charter que se está delineando para el sistema educativo estatal; este es un problema coyuntural.


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“Aprovecha el tiempo y no ignores lo que debes saber”

2 comentarios:

  1. Excelente información Maestro, gracias por compartirla con todos y mantenernos informados.
    Y por sus consejos de aprovechar el tiempo.
    Quedo en espera de próximos poemas y vídeos favoritos.
    Saludos.

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  2. Muy buen artìculo, ahora lo que nos corresponde a la sociedad es luchar por salvar a la educaciòn pùblica que finalmente es del pueblo. Ya se observa la campaña de desprestigio hacia los docentes y hacia la escuela pùblica. Es realmente lamentable que la educaciòn de nuestras jovenes genaraciones tengan que pasar por esto.
    Me atreverìa a decir que estamos viviendo "La educaciòn en los tiempos del còlera"
    saludos
    Lucia

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