lunes, 23 de julio de 2012

Valores de una persona excelente


Si  analizamos las características y las cualidades que distinguen a los seres de excelencia, es posible concluir que todos se esforzaron, en mayor o menor grado, por practicar  una serie de valores, que convertidos en hábitos y virtudes permitieron que sus obras fueran sobresalientes. Algunos valores que conforman el perfil de ser excelente son:

Fortaleza.

La fortaleza es  la reserva moral espiritual que permite preservar en la acción aun cuando todo parezca perdido.

La fortaleza es tal vez la más importante de todas las cualidades porque de ésta dependen la valentía y la perseverancia. Para los griegos la fortaleza era sinónimo de valentía y era una de las cuatro virtudes cardinales (prudencia, justicia, templanza y fortaleza). Platón la define como la virtud de moderar las pasiones del apetito irascible o pasiones de bienes difíciles”.

El ser humano con fortaleza puede vencer todos los peligros, obstáculos y penalidades que se le atraviesen en su camino, es perseverante, paciente y magnánimo.

La actividad propia de la fortaleza consiste en resistir los asaltos del mal y los temores, y atacarlos con una audacia moderada por medio de la razón.

Todos los hombres célebres han poseído una gran fortaleza espiritual. La fuerza interior, a su vez, proporciona fuerza física para vencer el dolor y el cansancio en todos sus ámbitos.  Qué mayor prueba de fortaleza que la Beethoven, quien ya sordo, creó una las más grandes obras maestras de todos los tiempos. La cualidad más grande, la virtud más perfecta, la que permite realizar lo imposible, es la fortaleza. Resistir la desesperanza, el desaliento, la fatiga, la duda, la enfermedad, la miseria y cuanto mal sea posible imaginar sólo es posible gracias a la fortaleza. La voluntad o la fuerza de voluntad es intrínseca a la fortaleza, ya que  la voluntad es factor que traduce un pensamiento en acción. A través de la voluntad  y la fuerza interior podemos realizar lo inimaginable, la fortaleza es una cualidad que debemos cultivar día con día para lograr todos nuestros propósitos. Ante la adversidad y el fracaso tenemos dos opciones: compadecernos y hundirnos o, a partir de la experiencia, aprender y crear un mundo mejor haciendo acopio  de la fortaleza.

Existen otras virtudes que están íntimamente relacionadas con la fortaleza interior: la paciencia, la perseverancia, la constancia, la valentía y la magnanimidad.

En una próxima entrega hablaremos sobre la perseverancia, la valentía,  la laboriosidad y creatividad.

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